La tecnología nos hará libres y competitivos

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«Caer en la autocomplacencia es tan peligroso para una sociedad o una empresa como llevar un crecimiento incontrolado»

«Vuela amigo, vuela alto, no seas gaviota en el mar…». Me permito comenzar con esta célebre canción de Julio Iglesias para simbolizar la necesidad implícita que conlleva el dulce momento por el que la Costa del Sol en su totalidad está pasando. Hagamos entre todos que esta nueva realidad, permanezca y perdure en el tiempo de forma sostenible. Y es que, como ya sabemos todos, «un gran poder conlleva una gran responsabilidad», la mejora continua, y que no «debemos dormirnos en los laureles».

El mero hecho de relajarnos o de caer en la autocomplacencia es tan peligroso para una sociedad o una empresa, como el llevar a cabo un crecimiento incontrolado y no sostenible.

Si hay elementos que no están en nuestra mano pues juegan del lado de las instituciones: infraestructuras, servicios y una buena gestión de los recursos de la ciudad, sí que las empresas jugamos un papel fundamental para llevar a cabo este cometido.

Porque una sociedad con un tejido empresarial fuerte, productivo y competitivo evoluciona en los mismos términos. No hay que olvidar que el motor de una sociedad son sus empresas y que la colaboración público-privada es la base sobre la que se construye una sociedad más competitiva.

Así, la innovación, el conocimiento y la sostenibilidad, son los pilares imprescindibles sobre los que una empresa debe pivotar para otorgar valor a su propio modelo de negocio, a sus clientes y proveedores y, en última instancia, a la sociedad.

Escenario de incertidumbre

En el actual contexto de incertidumbre económica, el elevado coste de la energía, y en consecuencia el encarecimiento de materias primas, la escalada de la inflación y la subida del SMI, dan lugar a un mercado volátil donde las empresas deben fortalecer su cadena de valor para poder hacer frente a la inestabilidad, ser competitivas, y sostenibles y mantener los márgenes de beneficios.

Ante esto, las empresas tienen dos opciones: o subir los precios de sus productos o servicios, o reducir los costes operativos, y para esto último, la clave es apostar por la digitalización. Gracias a la tecnología y la digitalización, las empresas pueden disminuir el gasto a través de la optimización de procesos y automatización de tareas, reduciendo cuellos de botella y mejorando la gestión de los equipos de trabajo.

Y es que las personas son la clave. Para llevar a cabo cualquier proceso de digitalización es imprescindible involucrar al equipo y contar con las personas. Transmitir una cultura donde la tecnología sea el eje transformador de la compañía. Es un proceso complejo, pero con tesón y sobre todo con un objetivo claro, al final se consigue llegar a la meta.

¿Y cuál es la meta?
La meta es empoderar a tu equipo, hacerlo más eficaz y más productivo, con una distribución óptima de las tareas y unos procedimientos más definidos. Un equipo trabajando en un repositorio único y compartido donde todos puedan interactuar. Un equipo que pueda contar con datos para tomar decisiones. Un equipo que valorará la compañía en toda su dimensión, su cultura: misión y visión, y que hará del propósito de la compañía el suyo propio.

En definitiva, la tecnología nos hará libres y competitivos para seguir volando alto y cambiar el rumbo con relativa rapidez si así lo requiere el mercado. Para seguir manteniendo los márgenes de beneficio reduciendo los costes operativos, que seamos sostenibles en el tiempo, a la vez que reducimos impacto medioambiental y por último, pero no menos importante, consolidamos una cultura empresarial que me ayude a hacer equipo y retener talento.

https://www.laopiniondemalaga.es/malaga/2023/03/28/internalia-tecnologia-libres-competitivos-85277315.html

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